«La violencia y el crimen en al era de la globalización»
«La violencia y el crimen en al era de la globalización»
Juan Camilo Bolaños P.
Internet es la herramienta que revolucionó el mundo a partir del siglo XXI, generando profundas transformaciones en las comunicaciones, y en general, todas las actividades sociales, culturales y económicas del mundo. La reducción de tiempo y distancia, así como la masificación de la información y los datos, son factores que propiciaron la aparición de fenómenos sociales y económicos como la globalización.
Junto con sus importantes e indiscutibles aportes a la vida actual, el internet trae consigo una serie de problemáticas que merecen la atención de la población mundial, así como la adopción de importantes acciones por parte de las organizaciones internacionales y los estados.
La aparición de nuevos fenómenos criminales, como el acechamiento, el hacking, el acoso en línea, el reclutamiento de menores, la distribución maliciosa de la información personal, el grooming, y demás expresiones de violencia en línea catalogadas como cibercrimen; Así como su exponente crecimiento e impacto en la sociedad. Ponen en la mira de las autoridades la necesidad de atacar y controlar tales expresiones de violencia en. Línea, con el fin de salvaguardar los derechos fundamentales de los Ciudadanos que son víctimas de tales comportamientos. Muchos de los cuales, incluso son personas de especial protección, como menores de edad o minorías discriminadas por razón de raza, género, etnia o cultura.

Fenómenos sociales como la marginalidad, crecen exponencialmente en entornos controlados por el internet. Aumentan sus efectos nocivos e involucran nuevas víctimas. Reduciendo la posibilidad material de su protección oportuna. La ausencia de conocimiento, la falta de herramientas técnicas y humanas, así como de voluntad política estatal, favorecen el incremento de las tasas de violencia y agresiones como expresión de la criminalidad en línea.
Los modelos político criminales actuales, carecen de conocimiento, preparación, herramientas y regulación frente al cibercrimen; Situación contribuye al incremento de tasas de criminalidad en línea, que se ven favorecidas con la profunda impunidad en la investigación y juzgamiento de este tipo de delitos. Las ciencias penales que soportan los estudios político criminales, como la criminología, la sociología, el derecho penal y la criminalística; estudian detenidamente este tipo de fenómenos, sin encontrar eco en las autoridades que hacen parte de la estructuración y puesta en funcionamiento de los modelos político criminales en los distintos estados.
Parece ser que las medidas para hacer frente al fenómeno de la cibercirminalidad actual, deberán anticipar los riesgos que conlleva el aumento exponencial de este tipo de delitos, que comportan claros escenarios de violencia, trasladados a un entorno actualmente seguro para los autores, como lo es la vida en línea. Tal circunstancia exige una variación en el paradigma político criminal. Todos los actores del conflicto, deberán ser sujetos de estudio, así como los contextos en los cuales vienen desarrollando tales conductas.
La obligación de protección y seguridad del estado, no podrá limitarse a la sensación de seguridad física en los Ciudadanos; por el contrario, y dado el aumento exponencial en las interacciones virtuales, la acción del estado deberá migrar a escenarios que demandan protección de nuevos bienes jurídicos como: la intimidad personal, los datos personales, la información, la comunicación, y en general, la protección de todos aquellos bienes y servicios que se valen de la conexión en línea para generar bienestar.
La regulación por su parte, deberá extender su alcance a aquellos nuevos fenómenos de interacción social, permitiendo motivar un adecuado comportamiento de los usuarios de la red, que garantice la protección tanto del sistema, como de la integridad física y moral de sus usuarios. El fortalecimiento de las agencias de investigación, el aumento en las tasas de eficiencia de la justicia, la intervención oportuna para la protección de las víctimas y el restablecimiento de sus derechos, son factores esenciales para el acercamiento de la justicia a los usuarios de internet.
La presencia de las autoridades en la red, a través de agentes virtuales infiltrados, el monitoreo de los escenarios de mayor exposición, la habilitación de canales efectivos de denuncia, y el fortalecimiento de las herramientas de investigación de análisis y contexto, y el juzgamiento de conductas violencias constitutivas de ciberdelitos, garantiza la anticipación de las barreras de protección para todos los usuarios de la red. Dichas medidas, deberán ser parte de un modelo político criminal, que además se acompañe de una estrategia educativa, orientada generar conciencia en los usuarios a cerca del valor de la información, la protección de su intimidad y sobre todo, la prevención del delito en línea.
La reducción de la brecha digital, la regulación y prevención de las conductas violentas en la red, y sobre todo aquellos actos que pretenden afectar las nuevas formas de socialización en línea, o se sirven de ellos para encubrir la comisión de delitos; Son presupuestos trascendentales y urgentes para garantizar un adecuado uso de las poderosas herramientas que suministra la hiperconectividad del internet.