El fenómeno de la globalización y las nuevas formas de criminalidad

El fenómeno de la globalización y las nuevas formas de criminalidad

Tras la crísis del Estado social o de bienestar, y el surguimiento de las políticas neoliberales orientadas exclusivamente a la protección y generación del capital, como fuente indispensable del desarrollo social. La sociedad moderna ha optado por construir, implementar y desarrollar programas de gobierno orientados a la protección de interéses particulares, como la propiedad privada, el trabajo, el capital y el comercio. Situación que encuentra en el fenómeno de la globalización, un eco importante para la generación de dichas políticas de capital y trabajo.

La modernización de la industria, automatización de procesos, el alto tráfico de la información, la hiperconectividad de los Ciudadanos y los demás rasgos propios de la globalización y su importante influencia por parte de la revolución tecnológica; Permiten establecer un sinúmero de beneficios para el desarrollo comercial de los Paises, que sin lugar a duda, implica beneficios para sus Ciudadanos. Nadie puede desconocer, que los avances tecnológicos como la conexión, han permitido a los Ciudadanos de los distintos paises del mundo, avanzar en sus procesos de educación, vivienda, y demás aspectos sociales que han sido cubiertos con el desarrollo económico que trajo la globalización.

Sin embargo, tal y como se reconoce por parte del Profesor Arostegui en su obra[1], la globalización trae consigo un efecto de marginalidad frente a aquellos que quedan por fuera de sus efectos benéficos, aquellos a quienes no llega la conectividad, el empleo, el desarrollo económico, la educación, y todos los beneficios que la globalización ha traido. En su lugar, éste grupo minoritario de Ciudadanos, padece las consecuencias o efectos negativos del hiperdesarrollo, siendo ajenos a la cobertura de sus necesidades esenciales e incluso discriminados tanto por el Gobierno como por los demas Ciudadanos del Estado, quienes ven en aquellos marginados: inseguridad, desprecio, ajenidad y en la mayoría de los casos, muestran una indiferencia total frente a sus condiciones de vida.

La marginalidad es el mayor problema de las sociedades modernas, pues comporta una serie de lesiones contra los derechos de aquellos menos favorecidos, revestidas, cubiertas, disfrazadas e ignoradas por los grandes beneficios que el desarrollo global acarrea. Parece ser que los Ciudadanos de las sociedades modernas, conciben la cifra de marginalidad como un mal necesario para el progreso de los pueblos, una cifra que debe cargar con el desarrollo, para permitir a los Estados avanzar en la cobertura de otro tipo de necesidades modernas, como la seguridad ciudadana, la estabilidad de la economía y la protección de otro tipo de derechos individuales con gran trasendencia para los Ciudadanos de cada Estado.

Este sector que padece la cifra de marginalidad, es un nicho sin lugar a duda de criminalidad actual, pues en efecto, todo aquel que no pertenezca o se haga participe de las bondades del desarrollo global, buscará de cualquier manera adaptarse a las condiciones de vida que le son impuestas por tal desarrollo. Algunos Ciudadanos afectados con el fenómeno de la discriminación acudirán a actividades criminales que lesionan los nuevos bienes jurídicos tutelados por cada regulación punitiva estatal, como alternativa – ilegítima- para derviar su sustento.

Cada desarrollo tecnológico o industrial es objeto de novedosos atáques por parte de las nuevas formas de criminalidad, que buscan identificar y aprovechar las debilidades de cada emprendimiento, con el fin de lucrarse o mantener su modo de vivir de acuerdo alas condiciones impuestas por el nuevo modelo de desarrollo estatal. En una sociedad exclusivamente orientada al capital, el esfuerzo estatal es absolutamente ajeno a la cobertura de necesidades sociales básicas como, el estudio, la salud y la vivienda. Por lo tanto, dicho sector desamparado por la presencia estatal, deriva en un incremento sustancial de los índices de criminalidad, que como el estado, se orienta exclusivamente a atacar las principales fuentes de capital: como la información, los datos, la comunicación, la seguridad, y concretamente el capital de los individuos de cada Estado.

Las mayores expresiones de criminalidad hoy en día, recaen principalmente en delitos contra el patrimonio, la información y demás fuentes de capital, siendo la seguridad de lso sectores más atacados, el principal objetivo de protección de la Política Criminal moderna. La legislación en materia penal acude a recursos dogmáticos para justificar la creación de nuevos tipos penales e incluso dispositivos amplificadores del tipo, como aquellas conducta de mero peligro o peligro abstracto, que son sancionadas como un mecanimso de atnicipación de las barreras de protección del Estado, en procura de garantizar la percepción de se seguridad en lso individuos de las sociedades de capital.

[1]Política criminal en al era de la Globalización.

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